Un cartel lleno de grandes disparos musicales ya incitaba desde el minuto uno a asistir a este reconocido festival. Leiva y Kaiser Chiefs sujetaron con gran profesionalidad la cabeza de cartel dejando que fueran el resto de grupos los encargados de vestir el festival con el mejor traje musical posible.
Artistas como Miss Cafeína o Fuel Fandango dieron pistoletazo de salida a cuatro días de festival agotadores pero enriquecedores. Mucho indie nacional y pocas ganas de rendirse ante el cansancio, hicieron que los escenarios del recinto fueran sosteniendo canciones de forma intermitente con un público entregado y atento a los directos.
La estructuración del horario de cartel programó el plato fuerte para el viernes dejando que el resto de días se encargaran de barrer hacia dentro del recinto la profesionalidad y no dieran ninguna tregua a las ganas de irse del recinto. El resultado fue a rasgos generales, un ambiente jovial, alegre y satisfecho con el precio de la entrada.
Descubrir grupos nuevos es uno de los tesoros que cualquier persona debería encontrar en los festivales. A los músicos se les da la oportunidad de seguir apostando por su trabajo y a la vez hacer que se sientan arropados con el cariño desprendido a través de los aplausos del público.
La mayoría de los grupos que asistieron se caracterizan por tener un fuerte estilo personal haciendo que quede enfundado en un buena dosis de metralla musical de creación propia. Esas canciones finales tan bien cuidadas hicieron que este festival quedara tatuado con un bonito recuerdo para la mayoría de los asistentes.
El Sansan 2017 supo como colocar las cartas para que su jugada tuviera como final de partida un gran órdago a la culura musical y ésta se diera por vencida aceptando que en España SÍ existe calidad a la hora de crear canciones.
Eloísa Trompeta
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